domingo, 20 de junio de 2010

Muletillas brasileñas para la crisis

Desde que llegué al Brasil en 1986 hasta hace unos cinco años este país ha vivido en crisis económica permanente. Décadas perdidas, inflación, deuda externa, deuda interna, estagnación, estagflación, ataques especulativos, inestabilidad cambial, crisis del ahorro, confiscación del ahorro, evasión, sonegación, riesgo-país, subempleo, corrupción, desempleo, disparidad regional, desequilibrios de la oferta, desmantelamiento de infraestructuras, black out energético, caos portuario, apagón aéreo… El valor de la experiencia es innegable: primero, otorga una cierta cultura económica a quien no se ha atrevido o decidido a cursar Economía, esa Ciencia Oculta de punta; más o menos como una enfermedad larga acaba haciendo que los enfermos compitan en saber con sus médicos. Después, permite contemplar la actual prosperidad del país con talante filosófico o hasta teológico: carpe diem. Y también la actual crisis de otros: sic transit gloria mundi, pulvis es et in pulverem reverteris, etcétera. Sabiendo de todos modos que las cosas no tienen solución pero que en general no son tan graves.
Países como el Brasil, por su vieja familiaridad con las crisis y con la pecuaria, tienen también un rico acervo de expresiones idiomáticas de las que ofrezco aquí unas cuantas, escogidas entre las que más me gustan, y que pueden servir muy bien para describir cosas que pasan en la escena política de un país en crisis:

Boi de piranha – Se trata de la res, en general vieja, o débil, o enferma, o flaca, a la que se hace pasar en cabeza de la manada por algún humedal que se teme pueda estar infestado de pirañas. La utilidad política de esa práctica no requiere mayor comentario.

A vaca foi pro brejo - Es decir, la vaca se ha ido al pantano y se ha atascado en él, y seguramente no habrá como sacarla. La traducción más fácil es “la jodimos”.

Gastar pólvora en chimango – Usar demasiado cuidado y recursos en algo que podría tratarse de modo más expeditivo. Los chimangos eran los miembros de una de las facciones en disputa en las guerras civiles de Rio Grande do Sul, en el siglo XIX, y se entendía que fusilarlos era un abuso cuando el degüello es evidentemente mas autosostenible.

Um pega-pra-capar – O sea, agarra para capar. Designa el momento en que los buenos modos y hasta las normas más elementales de la política se abandonan y cada uno parte a defender lo suyo y sólo lo suyo, como cuando el amor del pastor por su rebaño le lleva a privar a los machos jóvenes de algo que, en su opinión, les sobra. Cognata de la expresión arranca-rabo, igualmente auto-explicativa.

Boi voador – Buey que vuela. Uno de los gobernantes holandeses del Recife del siglo XVII hizo construir un hermoso puente y puso una taquilla para cobrar peaje, o, más propiamente hablando, pontazgo. Como el público hacia lo posible por no pasar el puente, anunció que en tal día, y justo al otro lado, un buey saldría volando de un edificio; como de hecho ocurrió, con la circunstancia de que el buey era de cartón y salió volando colgado de un cable; pero la muchedumbre reunida pagó en aquel día pontazgo suficiente para financiar la obra. Desde entonces la expresión designa ciertas maniobras políticas (o cierta credulidad del publico) que los brasileños, excesivamente autocríticos, piensan que son exclusivas de su país. Falso como vemos: ya el ejemplo de referencia fue importado de Europa.

A medida que la crisis se desarrolle continuaré ofreciendo otras muletillas.

1 comentario:

  1. Me han gustado especialmente la de "boi de piranha" y la de "gastar pólvora en Chimango"... aquí existen equivalentes pero esto les da un tono exótico agradable. Además, Brasil es país de moda en lo económico.

    Apropiadas también para la escena económica actual, faltaría más.

    Estaré atento a más. saludos.

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